Brujas, Bélgica
Brujas a menudo evoca visiones de patinaje sobre hielo a través de los canales congelados bordeados de árboles, pero el otoño también es un momento maravillosamente romántico para experimentarlo. Todos esos árboles adquieren tonos brillantes de rojo, naranja y amarillo, y se reflejan en el agua, lo que hace que esta ciudad medieval de cuento de hadas, llena de callejones empedrados, agujas de iglesias y torres, se vea aún más romántica a la luz de la tarde. Además, cualquier época del año es ideal para disfrutar del chocolate artesanal en el que también se especializa Bruges.
Entradas Relacionadas